Me hallaba dilucidando acerca de mis opciones para obtener un mínimo retorno sobre mi liquidez, preservando la disponibilidad del 100%, cuando me topé con los ultra-short ETFs.
Dado el interés por alternativas seguras y accesibles, conviene repasar cuáles son, en general, las principales opciones que tiene un inversor corriente para aparcar su liquidez con cierto retorno y máxima disponibilidad:
- Depósito bancario: la liquidez depende del contrato (en ocasiones penalizan por cancelación), rentabilidad baja pero seguro.
- Cuenta remunerada: simple, segura, disponibilidad inmediata, retornos bajos.
- Fondos monetarios (MMF) : liquidez diaria (T+0/T+1), pero no inmediata intradía, retornos más cercanos a los tipos oficiales, riesgo bajo.
- ETFs ultracortos/ultra-short (gubernamentales o corporativos): máxima liquidez (cotizan en bolsa intradía), retornos competitivos, pequeña volatilidad en el precio.
¿Cómo funcionan los ETFs ultrashort?
- Invierten en bonos de muy corto plazo (generalmente vencimientos de 0-3 meses o 0-6 meses).
- Al tener vencimientos tan cercanos, el riesgo de fluctuación en precio es mínimo.
- Los intereses recibidos reflejan casi en tiempo real los tipos de interés oficiales.
- Cotizan en bolsa como una acción en cualquier momento del día.
En la práctica, actúan como una “cuenta remunerada cotizada”, pero sin la garantía de un banco o del Fondo de Garantía de Depósitos.
Mecanismo de renovación
Cuando los bonos en cartera llegan a vencimiento, el ETF recibe el principal y lo reinvierte automáticamente en nuevos bonos de muy corto plazo. Esto permite mantener el valor estable del ETF (no hay grandes pérdidas por tipos de interés). A la vez, el fondo va capturando los rendimientos actuales del mercado. El resultado es que el precio del ETF se mueve poco, pero el inversor recibe una rentabilidad que acompaña muy de cerca a la evolución de los tipos oficiales.
¿Por qué ultra-short y no short, medio o largo?
- Ultra-short → mínima sensibilidad a movimientos de tipos (riesgo de duración casi nulo).
- Short (1–3 años) → empiezan a aparecer oscilaciones de precio si los tipos se mueven.
- Medio (5–7 años) o largo (>10 años) → muy sensibles: buenos retornos si bajan los tipos, pérdidas relevantes si suben.
Suben tipos de interés
Ultra-short
- Valor del ETF: apenas se mueve, porque los bonos vencen muy rápido.
- Rendimiento: sube casi de inmediato, ya que el ETF reinvierte en nuevos bonos a mayor tipo.
Short
- Valor del ETF: cae moderadamente, porque los bonos existentes pierden valor al compararse con los nuevos de mayor tipo.
- Rendimiento: mejora progresivamente a medida que se van incorporando bonos más rentables.
Medio
- Valor del ETF: caídas más pronunciadas, la cartera sufre más con subidas de tipos.
- Rendimiento: aumenta con el tiempo, pero tarda bastante en reflejarlo por la duración más larga.
Largo
- Valor del ETF: los más castigados, caídas significativas en el precio.
- Rendimiento: se ajusta muy lentamente; mientras tanto, los inversores soportan minusvalías notables.
Bajan tipos de interés
Ultra-short
- Valor del ETF: prácticamente sin cambios, no hay gran revalorización porque los bonos vencen enseguida.
- Rendimiento: baja rápido, ya que al reinvertir en nuevos bonos lo hace a tipos menores.
Short
- Valor del ETF: gana algo en precio, porque los bonos a 1–3 años existentes se aprecian.
- Rendimiento: va cayendo con el tiempo conforme los bonos se sustituyen por otros a menor tipo.
Medio
- Valor del ETF: subidas importantes en precio, bastante sensibles a la bajada de tipos.
- Rendimiento: también disminuye en nuevas compras, pero la revalorización del valor compensa.
Largo
- Valor del ETF: los grandes ganadores, fuertes revalorizaciones al bajar los tipos.
- Rendimiento:cae en nuevas emisiones, pero el precio del ETF sube con fuerza, generando plusvalías.
Ultra-short = proteger liquidez (poca volatilidad, ajuste rápido a tipos).
Duraciones más largas = apostar a movimientos de tipos (riesgo vs. oportunidad).
